domingo, 14 de agosto de 2011

Arquitectura y urbanismo

La Ciudad de Buenos Aires evolucionó a partir de diversas           corrientes inmigratorias pertenecientes a diferentes culturas y, en consecuencia, han creado un remarcado eclecticismo que se evidencia en su arquitectura en la cual pueden hallarse expresiones que van del frío academicismo o el art decó, hasta el alegre art nouveau; del neogótico moderno, pasando por el francés borbónico, al rascacielos moderno realizado en vidrio u hormigón. O estilos muy peculiares, como por ejemplo, el del colorido barrio de La Boca, además de edificaciones de la época colonial. La ciudad se encuentra sobre un buen soporte geográfico: su territorio es extenso y llano y raramente sufre complicaciones de temperaturas extremas, vientos, nevadas (tres por siglo), o terremotos (baja sismicidad). Posee una muy buena fuente de agua dulce como es el Río de La Plata. El trazado de la ciudad es muy regular. El centro histórico y financiero de la ciudad posee manzanas perfectamente cuadradas, extendidas de norte a sur y de este a oeste, tal como su fundador Garay las estableciera. Este trazado de calles perpendiculares (el llamado "damero") se extendió en gran parte hacia el resto de la ciudad. Buenos Aires posee 2113 calles (entre avenidas, calles y pasajes). La metrópolis es fértil en áreas de calidad urbanística y arquitectónica. Posee varias plazas públicas entre las que se destacan los parques: Parque Tres de Febrero o (Bosques de Palermo), el Almirante Brown y los de la ex Costanera Sur (Andrés Borthagaray y Manuel Ludueña). Buenos Aires posee un total de 640 plazas y plazoletas. Una característica es la diversidad de árboles y de colores de las flores de éstos. En gran parte esto es consecuencia de la tarea de Carlos Thays, paisajista francés, creador entre otras cosas del Jardín Botánico de Buenos Aires que implantó árboles como las tipas, los jacarandás y los lapachos. Otra característica destacada son los coronamientos en cúpulas, torres y mansardas que poseen los edificios. En principio fueron el resultado de la influencia europea en la arquitectura porteña, sobre todo por el trabajo realizado por arquitectos franceses, italianos y alemanes, que diseñaron los edificios entre fines del siglo XIX y principios del XX, como un reemplazo a la arquitectura colonial. Al principio era un elemento arquitectónico simbólico. Pero luego se eligieron como símbolo de la suntuosidad de la burguesía argentina que detentaba el poder nacional. Tal vez la principal característica de las mismas es la variedad: hay con forma de media naranja, de piña, acebolladas y muchas otras. El área central de la urbe es muy congestionada por el tráfico automotor y además durante los días no laborales está muy deshabitada, lo que además de producir inseguridad la hace costosa, por haber mucha edificación que sólo se usa en horas de oficina.
Edificios de muy distinto estilo pueden verse juntos en Buenos Aires. Diagonal Norte en la imagen.

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