martes, 26 de abril de 2011

Carnavales de la Provincia de Buenos Aires

Carnavales históricos

El carnaval comenzó a celebrarse a partir del 1600, mezcla de legado español y el candombe bailado por los esclavos negros.
Los bailes de carnaval se comenzaron a realizar en locales cerrados a partir del año 1771. Al principio eran organizados en casas particulares y luego se trasladaron a los clubes barriales. En época del Brigadier Rosas tuvo importante auge: Vicente Fidel Lopez dá cuenta de la celebración del 25 de mayo de 1836 en Plaza de la Victoria con la participación de 6000 negros dando lugar a una reunión de indescriptible colorido y desbordante entusiasmo. A las fiestas de Candombe concurrían Manuelita, doña Encarnación y el propio gobernador Rosas ("El Candombe", Ruben Carámbula, ediciones del sol, ISBN 950-9413-64-X.) En 1858 aparece la primera comparsa y en 1869 se realiza el primer corso, con la participación de máscaras y comparsas. Al año siguiente, se incorporan carruajes.
Entre finales del siglo XIX y las primeras décadas de 1900, los corsos alcanzaron su máxima popularidad, pero a partir de 1915 las comparsas comenzaron a desaparecer, y surgen las murgas, con características diferenciadas en el tipo de música y formas de manifestación, siendo más grotescas y picarescas.

Carnavales actuales

Las murgas y agrupaciones artísticas participan en corsos itinerantes por los diferentes barrios de la ciudad durante todos los fines de semana del mes de febrero. En 1997 la legislatura de la ciudad lo declara Patrimonio Cultural de la Ciudad.
Algunas de las principales murgas son "los autenticos rayados de lugano" (Villa Lugano)"Fantasía Arrabalera", "Los Mocosos de Liniers", "Los Reyes del Movimiento de Saavedra", "Los Cometas de Boedo", "Los Viciosos de Almagro", "De Paso Cañazo", "Los Linyeras de la Boca", "Atrevidos por Costumbre", "Los Amantes de la Boca", "Los Chiflados de Almagro", "Los Preferidos de Villa Urquiza" , "Los Endiablados de Villa Ortúzar" y muchas más.
En 2000 por primera vez las murgas fueron evaluadas por un jurado organizado por la Comisión de Carnaval del Gob En los listados oficiales figuran en estos momentos más de 130 murgas y hay muchas más intentando entrar al circuito de corsos participando en los concursos de precarnaval.
También existe un circuito alternativo de carnavalputo, integrado por murgas que prefieren la autogestión de sus carnavales, sin reglamentación del Gobierno. Entre ellas,"Firuletes de Pompeya"(Merlo) Espíritu Cascabelero, de Lanús; Los Juglares, de Wilde; Cachengue y Sudor, de Caballito; Los Guardianes de Mugica, de la Villa 31; Los Pegotes, de Florida; Mala Yunta, de Floresta; Despilfarrados, de Colegiales; Los Que Nunca Callaran, De Colegiales; Alquimia de Carnaval; Resakados del Trueno de San Miguel y muchas otras. Este espacio es autogestionado por los propios murgueros, manteniendo los ideales de murga -sin aportes gubernamentales-, donde estas juegan un papel de integración socio/cultural y critico con relación al gobierno de turno. Se autodenominan “murgas independientes”.

Carnaval y agua

Una práctica común en tiempo de carnaval es jugar con agua. En el siglo XIX era costumbre rellenar huevos con agua para después lanzarlos. Las familias de clases más acomodadas compraban huevos de ñandú para tal fin. También se llenaban con agua de colonia. Otros objetos utilizados para lanzar agua eran bolsas de papel, pomos, baldes o jarros. En estos juegos participaban tanto grandes como chicos. En la actualidad, los niños son quienes juegan con agua entre sí durante el día por las calles de los barrios, llenando pequeños globos con agua




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