La época dorada: Campeón del Mundo
Hacia finales de la
década de 1950, a excepción del aceptable desempeño en el
campeonato de Primera de 1957, la realidad futbolística de Estudiantes de La Plata estuvo marcada por la irregularidad y su permanencia en la máxima categoría peligró en varias temporadas: en
1955,
1956 y
1960, el equipo terminó entre los últimos del torneo y evitó el descenso en las jornadas finales; en
1961 salvó su permanencia en la última fecha, tras empatar 1-1 ante
Lanús, conjunto que finalmente perdió la categoría luego de un accidentado partido entre ambos equipos en el que hubo ocho expulsados; y, en
1963, terminó último en la tabla de promedios, pero la
Asociación del Fútbol Argentino suspendió los descensos por un período de tres años antes del comienzo del
campeonato de 1964.
En
1967, con el trabajo de
Miguel Ignomiriello a cargo de las divisiones inferiores, el director técnico
Osvaldo Zubeldía, el preparador físico
Jorge Kistenmacher y el presidente del club,
Mariano Mangano, se terminó de cohesionar un equipo que el
6 de agosto de ese año, en la final del torneo jugada en el
Viejo Gasómetro, derrotó a
Racing Club por 3-0 (goles de
Raúl Madero,
Juan Ramón Verón y
Felipe Ribaudo) y conquistó el primer
Campeonato Metropolitano de la historia,
[35] convirtiéndose en el primer club argentino en ganar un torneo oficial en la era profesional y quebrar la hegemonía de títulos que, hasta ese año y desde
1931, poseían los denominados
cinco grandes del
fútbol nacional:
Boca Juniors,
River Plate,
San Lorenzo,
Racing Club e
Independiente.
Pese a coronarse campeón, el club obtuvo el derecho a participar en la
Copa Libertadores de América de
1968 tras lograr el segundo puesto en el
Campeonato Nacional de 1967, detrás de Independiente. En ese torneo, Estudiantes obtuvo un récord
que aún no ha sido igualado: clasificarse subcampeón de forma invicta, tras 9 victorias y 6 empates, con 19 goles a favor y 8 en contra; y cosechó su mejor serie de partidos oficiales sin derrotas en
Primera División (27), entre
junio de 1967 y
abril de
1968.
En su primera participación en la Copa Libertadores, el equipo de Zubeldía eliminó en la fase inicial a
Millonarios y
Deportivo Cali, ambos de
Colombia; en la segunda ronda, a Independiente y
Universitario, de
Perú; y en semifinales, al campeón Racing Club, al que derrotó luego de un partido de desempate jugado en el
Estadio Monumental de River Plate. El torneo continental lo conquistó tras disputar tres encuentros de la final con
Palmeiras de
Brasil: el primer partido se jugó el
2 de mayo en la ciudad de
La Plata y lo ganó Estudiantes por 2-1; el segundo, el
7 de mayo en
São Paulo, Brasil, terminó con el triunfo de Palmeiras, 3-1; y el tercero y decisivo se jugó el
16 de mayo en el
Estadio Centenario de
Montevideo, partido en el que el «Pincha» se impuso por 2-0, con tantos de Felipe Ribaudo y Juan Ramón Verón, conquistando su primer trofeo internacional.
Ese triunfo le permitió disputar la
Copa Intercontinental con el campeón
europeo, a la sazón, el equipo inglés
Manchester United. El primer partido de la final, que terminó 1-0 a favor de Estudiantes con gol de
Marcos Conigliaro, se jugó el
25 de septiembre en el estadio de Boca Juniors; y el partido decisivo, en
Old Trafford de
Mánchester. Allí, con un empate a un tanto, con goles de Juan Ramón Verón; y Morgan para el club inglés, Estudiantes logró el máximo trofeo mundial de clubes de fútbol
.
La noche de la consagración en
Inglaterra, el
miércoles 16 de octubre de 1968, el equipo formó con
Alberto Poletti;
Oscar Malbernat,
Ramón Aguirre Suárez,
Raúl Madero,
Hugo Medina (expulsado junto al jugador
norirlandés,
George Best, por agresión mutua, a los 42 minutos del segundo tiempo);
Carlos Salvador Bilardo,
Carlos Pachamé y
Néstor Togneri;
Felipe Ribaudo,
Marcos Conigliaro y
Juan Ramón Verón.
A su vez, Estudiantes seguía destacándose en los campeonatos nacionales. Tras la obtención del Metropolitano de 1967 y el subcampeonato en el Nacional de ese mismo año, logró disputar una nueva final, la del
Metropolitano de 1968, a la cual accedió tras derrotar en semifinales a
Vélez Sarsfield. En el partido decisivo, disputado el
4 de agosto en el estadio de River Plate, cayó ante San Lorenzo, 2-1, en el
tiempo suplementario.
En
1969 disputó y ganó la
Copa Interamericana contra el
Deportivo Toluca, debiendo jugar tres partidos, los dos primeros en el
Estadio Azteca de la
Ciudad de México y en su
cancha de La Plata, que otorgaron sendos triunfos para los visitantes, ambos por 2-1. Ello obligó a disputar un partido de desempate, jugado en el Estadio Centenario de Montevideo, el
21 de febrero, que concluyó con una victoria para el «Pincha» por 3-0 con goles de Marcos Conigliaro, en dos oportunidades, y
Eduardo Flores.
También en
1969 logró nuevamente la
Copa Libertadores de América,
tras disputar cuatro partidos por ingresar directamente en semifinales como campeón vigente, jugando la final contra
Nacional de Montevideo: el
15 de mayo se desarrolló el partido en
Uruguay, que concluyó con un triunfo de Estudiantes por 1-0, con gol de Eduardo Flores; la vuelta, disputada en el
Estadio Jorge Luis Hirschi de La Plata, se jugó el
21 de mayo y finalizó con otro triunfo para Estudiantes, esta vez por 2-0, nuevamente con goles de Conigliaro y Flores.
Ese año, sin embargo, Estudiantes perdió la Copa Intercontinental ante el
A. C. Milan de
Italia,
campeón de
UEFA, tras caer por 3-0 en el partido de ida jugado el
8 de septiembre y obtener un triunfo insuficiente (2-1) en el segundo partido disputado el
22 de octubre en la
Bombonera de Boca Juniors. Fue un partido muy accidentado y polémico en el que los jugadores Alberto Poletti,
Eduardo Luján Manera y Ramón Aguirre Suárez terminaron detenidos en la
cárcel de Devoto, ciudad de
Buenos Aires, debido a las agresiones que se sucedieron en el campo de juego entre los futbolistas de ambos equipos.
Estudiantes también disputaría en 1969 una de las dos únicas ediciones que la
Confederación Sudamericana de Fútbol organizó de la
Supercopa de Campeones Intercontinentales,
de la que participaban los equipos sudamericanos que habían logrado al menos una vez en su historia la
Copa Intercontinental.